4 de enero de 2013

Latido

Pum pum...
Lo oigo, y esta latiendo más deprisa de lo que debe.
Adrenalina por mis venas. Adrenalina que acabara en mis gemelos sobrecargados como siempre. Adrenalina que cuando dé un paso hacia allí saldrá disparada a acelerar aun más mi pulso.
Imaginemos una bola. Una bola grande y morada. Cuesta abajo y, obviamente, sin frenos. El hecho de que me aplaste o no depende de la pista. Depende de cuan deprisa corra. Depende... de todas aquellas pequeñas cosas. Todas esas variables de las que yo solo controlo una.
¿Controlo solo una? Si, pero muchas otras están conectadas conmigo. O lo estarán. ¿Quien puede negar que una sonrisa no puede animar a cualquiera a sentirse más feliz?
Si algo puede salir mal es porque vamos a hacer algo que no nos gusta. Y esta vez es una de mis actividades favoritas. A parte del tiro con arco.
-¿Y que te preocupa?
Te preocupa lo que te han contado.
-¿Por que?
Porque si es cierto, lo que vas a hacer puede doler.
/* Aquellas personas que tengan sentimientos paren de leer */

-Pero, ¿Merecerá la pena?
Si, lo hará.

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