23 de noviembre de 2015

Dos vasos de agua

Ver una pelicula, sentirse acogido por aquellos que no te esperan. Que toquen ese interruptor tan sensible que tienes dentro de ti. Ver la conversacion, fluir en ella, dirigirla de manera que todo salga como quieres. ¿A quien se le ocurriria encender esa vocecita que susurra dentro de mi cabeza pero ahora no puedo callar? Esa voz que me hace pensar, y por tanto escribir.

Me encantan los misterios, darle a la cabeza, pero hay veces que tambien prefiero que me lo pongan facil. Cuando el no poder parar de pensar me agobia, en esos momentos que ojala a vocecita se callase por un instante. Y es tan facil que ese instante me lo puede dar una unica persona. Si tan solo no tuviera que hurgar en cada uno de tus poros para descubrir la verdad sobre ti. Si tan solo el tiempo pasara lo suficientemente rapido como para que no quisiese que pasara. Entonces lo sabria. Quiero poder meter mis emociones en un frasco que pueda abrir dentro de una semana, cuando pueda dar rienda suelta a las ganas de conocer, aprender, susurrar, saltar y tocar que tengo.

Como todo, es complicado. Pero doy gracias por el dia de hoy.

No hay comentarios:

Publicar un comentario