11 de marzo de 2015

Mi micromundo

En mi mundo las cosas se mueven a velocidad diferente. Camino día a día y los kilometros parecen apenas segundos. Voy de un sitio a otro y no recuerdo como he llegado. ¿Sera esto malo? Puede que si. La ventaja de viajar cientos de kilometros en unos pocos minutos frente al no disfrutar del propio camino, que si aburrido, es necesario para llegar.
Desde que era pequeño ocurría; salía de casa para llegar al colegio, y en cuanto pisaba la calle mi mente se encendía y me proporcionaba un mundo de fantasía. Quizas no me daba cuenta de lo que significaba, lo atribuía a mi imaginación. Pero poco a poco, la temática de superhéroes peleandose cambio por situaciones del mundo real. ¿Que pasaría si ahora dijera esto? Surfeaba las respuestas, sobre todo aquellas que me producian las respuestas mas potentes. Si, mi imaginación me proporciona emociones. Dolor, angustia, felicidad, satisfaccion, alivio, nerviosismo. Me resultan muy estimulantes e incluso utiles, me preparaban para situaciones del mundo real. Pero este mundo es dificil de abandonar. Me gusta porque todo lo que pienso se hace realidad. Hasta aquellas cosas que ya no se pueden cambiar tienen arreglo.
Me encanta planificar. Soy capaz de tirarme toda la tarde planeando lo que podría hacer al día siguiente, de manera rigurosa. Y al dia siguiente cambiar el plan por otro todavia mas optimizado, exprimiendo mas los huecos. Pero claro, el autobus no siempre cumple horarios, el ascensor esta ocupado o tardo mas tiempo en afeitarme de la cuenta. El motivo tambien puede ser fisico; tras programar un horario de sueño con suficientes fases rem y sueño profundo resulta que la adaptacion no es tan facil porque me surge un trabajo.
Me gusta saber como funciona mi cabeza. Que estare pensando, porque me siento asi, estoy suficientemente descansado, que neurotransmisores estoy liberando, porque no puedo para de pensar. Tipicas cosas de mi día a día. Uy, la mesa tiene muchas cosas, creo que deberia organizarla. Y empezar a organizarla sistematicamente de derecha a izquierda, repatriando cada elemento a su respectivo cuarto. Por suerte puedo sobrevivir al desorden, es uno de los avances que logre hace tiempo, cuando era pequeño tambien. Soy un chico apañado.
Pero no todo son ventajas. No me gusta verme obligado a pensar lo mismo día tras día. Es triste sentir satisfacción cuando los pensamientos repetitivos de mis interacciones sociales se ven sustituidos con como podría hacer que el hombre que me ha adelantado sin intermitente se enterara de lo que es bueno. Adelantarle yo no supondria ninguna amenaza, yo soy mas vulnerable. Quizas deberia seguirle y una vez pare preguntarle porque demonios no echa el intermitente. Esperar que pida perdon y si no lo hace... Cosas. Me gustaría estar concentrado sin de repente notar como libero adrenalina por un pensamiento angustioso, haciendo que mi concentración se vaya a mis pensamientos. Poder hacer alguna actividad sin dejarme llevar por la sensacion de nubes de algodon de mi mundo ideal. He pensado en anotar muchas de las cosas que pasan en este mundo ideal, pero para ello tendria que renunciar al placer de vivir esos pensamientos y parar a escribirlo.
Siempre he sido de los primeros en entregar los examenes, pues se que ni puedo repasarlos sin que mi cabeza pierda la concentracion en el mismo y entre en modo relax, ni es bueno para los resultados, ya que empiezo a dudar de operaciones que a primera vista son sencillas.

Sin embargo, se que seria feliz si abandonara mi micromundo. Cuando ando por la calle y me paro a escuchar el sonido de los coches, las hojas, el contraste de luces y sombras que se proyectan en la calle, la temperatura y velocidad del aire, la concentracion de gente y sus direcciones al andar. Cuando estoy en la realidad, me encuentro misteriosamente bien. Me cuesta bastante esfuerzo y siempre acabo recayendo en transladarme de un punto a otro en modo sonambulo. Es curioso, me pregunto como soy capaz de llegar sin chocarme. O como no me mato en la moto. Son cosas asombrosas que nuestro cerebro es capaz de hacer.

Añado unas ultimas cuestiones. Hace un par de años me apunte a un estudio de mejora cognitiva basada en un sistema de feedback que media la concentracion y nos mostraba cuando superabamos la medida media. Habia cuestiones de mindfulness en el cuestionario y me dije ¿Porque no probarlo? La verdad creo que funciono, pero es algo que descontinue. De la misma manera cuando era pequeño no soportaba ver las cosas desorganizadas. Ahora no solo lo soporto sino que puedo empezar a ordenarlas por el orden que sea.

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