Parece que ultimamente le estoy dando otra vez a la poesía. No se si es por haber encontrado inspiración, o por haberla perdido. Esta vez he tenido la oportunidad de escribir a la vez que escuchaba cierta canción de piano.
Para fluir como un río y escribir versos hay que estar relajado. Y tener algo en mente: se debe escribir lo primero que se nos ocurra. Porque lo bonito de la poesia es que sea una obra sincera con uno mismo. No por ello tenemos que decir cosas que necesariamente pertenezcan a la realidad, sino que esten en nuestro propio mundo, que sean congruentes con nosotros mismos.
Espero en estos días volver a escribir como antes, volver a preocuparme por mi desarrollo personal y seguir siendo analitico con las cosas que hago. ¿Y porque ahora de repente? Porque mi interes por la gente vuelve a estar presente. (Que mejor que una rima de regalo)
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